Mes: noviembre 2013

Cómo gestionar un equipo e incorporar a un nuevo empleado

el nuevo

La primera cuestión es básica y primordial, el líder, el responsable, tiene que estar motivado, tener energía y seguridad en sí mismo. Si esto no es así difícilmente podrá transmitir a su equipo la confianza necesariaUna vez tenemos este punto claro, deberíamos de definir qué es un equipo:«es un grupo de personas con habilidades complementarias que comparten un propósito, metas de desempeño y maneras de trabajar juntas». Y sin duda para los que hemos gestionado equipos, son nuestro mejor recurso.

La disciplina es necesaria, pero establecer un clima cordial es imprescindible,¿cómo se logra ese clima? desde luego no es nada fácil. Hay que tener en cuenta que a nadie le gusta sentir el aliento del jefe en la nuca como si fuera un defensa marcando al delantero. Es esencial la formación del personal que está a tu cargo, normalmente se hará a través de la formación que Recursos Humanos impartirá o si la empresa no cuenta con este departamento, lo hará el propio responsable utilizando su experiencia y conocimientos como formador.

Después de la formación necesaria para que el colaborador desempeñe sus funciones en el puesto de trabajo, llega el momento del líder de controlar su trabajo. Comprobar qué hace bien (y reforzarlo positivamente), y en qué debe mejorar, explicándole cómo hacerlo. Este punto es prioritario, si tú no enseñas como quieres que realice su trabajo, difícilmente la persona nueva lo aprenderá  adecuadamente.

¿Parece una cuestión obvia verdad?. Por desgracia he conocido multitud de casos donde la falta de formación adecuada ha provocado una falta de adaptación total al puesto de trabajo. Y puede que ocurra más veces de las que pensamos. A veces por cuestiones de prioridades o de necesidades no se tiene el tiempo necesario para esta tarea. Y esto tarde o temprano puede repercutir negativamente en el buen funcionamiento de la sección en la que trabaja esta persona, siendo otros compañeros los que acaban realizando sus tareas.

Una vez hemos pasado la fase de control del nuevo empleado y hemos ido valorando su forma de trabajar, su actitud, su implicación y pensamos que ya domina las tareas encomendadas con soltura y buen hacer, llega el momento de la delegación. Es en esta fase cuando el líder puede estar «satisfecho» del proceso de aprendizaje de la nueva incorporación.( Y es cuando se dará cuenta de que la inversión del tiempo realizado ha sido provechosa) porque llega el momento de darle los trabajos, darle su cometido o funciones y de estar seguro de que las va a realizar con garantías. No obstante el responsable siempre tiene que estar «pendiente», «controlando» y «animando» a su equipo de trabajo.

Una buena formación puede garantizar el éxito de una nueva incorporación. 

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6 consejos para mejorar la venta

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Me decía una vez un director que tuve al que admiro mucho y del que aprendí una gran cantidad de buenos consejos en el sector de la venta y del comercio, estas dos recomendaciones:

– Un buen vendedor siempre hace las preguntas necesarias.

– La implicación en tu trabajo es fundamental.

Las dos opiniones siempre las he tenido muy en cuenta.

A continuación os dejo 6 «consejos» para mejorar la venta.

1-Cuando estás cara al público, siempre tienes que estar muy pendiente del cliente (pensaréis que todo el mundo lo hace) si se para delante de un artículo, si lo toca, lo coge, si mira oteando el horizonte como buscando un vendedor… esas señales denotan curiosidad, posibilidad de compra, e incluso la necesidad de ser atendido y de tener que adquirir ese producto que estaba toqueteando y manipulando. Y es ahí donde entra la habilidad de un profesional de la venta  para hacer las preguntas necesarias para conseguir la máxima información (importante) posible del cliente.

2-Con estas preguntas también percibes la intención de compra, si te puedes extender más explicando las características, si tienes que ir al grano para conseguir la venta o si por el contrario, empleas el tiempo necesario y justo porque entiendes que no tienen el más mínimo interés.

3- Si hay una pareja de clientes o un grupo, encontrar rápidamente a la persona adecuada, es decir, la que va a comprar. A veces ocurre que el vendedor se dirige a la persona inapropiada en una conversación y acaba perdiendo la venta porque el «personaje principal» no se ha sentido «bien atendido». Es muy importante averiguar quién va a realizar la operación.

4- Finalizar la venta, ponerle el cascabel al gato. En muchas ocasiones ocurre que cuando llega el momento esencial para realizar el negocio, por alguna razón no acaba de cerrarse, o bien el vendedor no culmina bien el proceso dejando al futuro comprador con la incertidumbre o bien el cliente empieza con evasivas y se emplaza al futuro. Hay que terminar la transacción.

5– Crear una relación extraordinaria con el cliente basada en la confianza y en la necesidad creada por un producto/servicio que aporta una valor diferencial.

6- Despedirse el cliente educadamente, informándole de los trámites necesarios para que todo el proceso acabe satisfactoriamente.

 De esta manera creas el vínculo Vendedor-Cliente. Si has atendido bien al cliente,probablemente éste volverá a tu establecimiento, a tu empresa para que le atiendas tú. Es una de las mayores satisfacciones que puedes tener como vendedor, recibir la recompensa emocional de un buen trabajo.

Ahí puede estar la diferencia entre conseguir los objetivos de venta y no alcanzarlos. La implicación es fundamental y un excelente trato al cliente supondrá una fidelización tan necesaria en la actualidad.

venta y cliente 

Emprendedor: no te vendas, consigue que te compren

Ayer acudí a la jornada del «Día de la persona emprendedora 2013 Comunitat Valenciana» que se celebró  en la Feria de Muestras de Valencia. Dentro de un programa muy amplio y enriquecedor, tuve la suerte de estar en varias charlas, entre ellas la que daba un equipo de Aecop Levante (Asociación de Coaching) con César Piqueras, coaching, conferenciante y escritor entre otras muchas facetas que puede tener este fenómeno. Este post va sobre este evento llamado Emprendedor y Empresario: no te vendas, consigue que te compren

Día del emprendedor

Coach Aecop Levante foto:alienaragorn

La buena noticia, es que todos somos una perla escogida, que tenemos que sacar la mejor parte de los profesionales para ponerla en valor. La menos buena es que en el mercado hay muchas más. La pregunta es ¿Y tú qué haces para diferenciarte? Somos muchos para buscar un empleo, para una entrevista, para montar una empresa y ser emprendedor, pero ¿Por qué nos tienen que elegir a nosotros?¿Por qué vamos a tener éxito? seguramente habrá profesionales que tengan más títulos, mas másteres, más experiencia, sean más jóvenes y en definitiva, estén mejor preparados que nosotros. También habrá muchos emprendedores y empresarios que están haciendo lo mismo y busquen el éxito igual que nosotros.

El camino para marcar la diferencia puede ser éste:

-10% TALENTO

-80% ESTRATEGIA

-10% SUERTE

¿Qué hacemos con el 10% de TALENTO?

1-Dedícate a lo que haces bien     

2-Disfruta trabajando

3-Que todo el mundo lo sepa

El talento es poner en valor lo que uno  sabe, puede y quiere hacer

ESTRATEGIA 80%

1- Qué quiero conseguir. 

2- A dónde quiero llegar.

3- ¡No te rindas nunca!

SUERTE 10%

Pasión

«Pon tu alma en todo lo que hagas» Ramón Menéndez Pidal

Busca a los mejores, a alguien que lo haya conseguido, que sea una persona de éxito y ¡aprende de ellos!

César Piqueras

César Piqueras foto:alienaragorn

Un consejo: Cuando buscas solucionar problemas de otros y lo consigues, querrán tenerte cerca.                               

Sé audaz, persistente, si quieres conseguir tus metas.

Otra cuestión que plantearon: el porqué las marcas se diferencian y se convierten en nuestro referente. La respuesta que nos dieron fue la siguiente: porque tienen un objetivo.

«No estamos ante una época de cambios, estamos ante un cambio de época» Leonardo da Vinci. Según este genio, lo que importa es el talento. 

«La genialidad no es cuestión de genética, sino de valentía» Leonardo da Vinci

Hay que «Poner en valor todo lo que sabes y desarrollar nuestra intuición» César Piqueras

Según Richard Branson, el éxito es un cruce entre la preparación y la oportunidad.

Según César Piqueras, «cuando se te acerca un vendedor, casi todo el mundo se echa hacia atrás, como huyendo de él. ¿Por qué? porque el vendedor quiere venderte un producto pero muchas veces no se interesa por el cliente que tiene delante». Como emprendedor, empresario o profesional de la venta, tenemos que:

-Atraer posibles oportunidades

-Seducir

-Emitir señales

Mediante el proceso de venta el cliente es el centro de la operación. Y casi siempre está muy bien informado. Así que lo que tenemos que hacer  es preguntar, indagar y averiguar la máxima información sobre él. Hay que  generar un clima de confianza para que no nos rechace, para que sea él quien compre y no nosotros quienes vendamos.

Con los clientes es imprescindible el SMS, es decir SONRISA+MIRADA+SALUDO

Y nuestra actitud siempre tiene que ser POSITIVA.

Se trata de poder hacerlo mejor y de potenciar el Marketing en Social Media.

¿Hay organización en las empresas?

Trabajé en el primer McDonalds que abrió en Valencia allá por el año 1989. Aprendí muchas cosas de la forma de trabajar que tenían. La organización de todas las secciones era espectacular, práctica y eficiente. Si estabas limpiando las mesas (todos los novat@s empezaban por ahí) sabías qué funciones tenías que realizar, ya te habían instruido y enseñado todas las cosas de las que tenías que ocuparte. Y pensaréis que total era limpiar mesas…bueno pues había más tareas que realizar de las que os podéis imaginar y además controlar no molestar al cliente cuando limpiaras (barriendo, fregando, etc).ORGANIZACIÓN

Después pasé por la cocina, por cajas y reponiendo los productos que se agotaban y se necesitaban urgentemente. También descargábamos camiones. Aquella época la recuerdo con cariño, pues a pesar de trabajar duro y casi todos los días, lo pasábamos bien trabajando. El director gestionaba muy bien el negocio y los recursos humanos. Me llamó mucho la atención la organización de todos los tiempos para hacer el trabajo. Ese trabajo era en equipo, como en una cadena de montaje donde una pieza no podía fallar.

Por ejemplo, en la cocina mandaba el que estaba en la plancha y ponía las hamburguesas. Una vez las colocaba, enseguida el encargado de los panes los calentaba en la tostadora, cuando la persona que llevaba las hamburguesas les daba la vuelta, el pan ya salía para que otro empleado le pusiera los ingredientes: lechuga, cebolla, tomate, pepinillos…después se envolvían y se dejaban preparados para la que controlaba los pedidos. Si había una «orden» especial, es decir alguna hamburguesa sin alguno de los ingredientes, había que tenerlo en cuenta. En dos minutos que tardaban en hacerse las hamburguesas, se generaba todo ese proceso en el que además otra persona se ocupaba de las patatas y una más se preocupaba de que no faltara ningún producto en toda la cocina, era el «reponedor» cuando faltaba alguna cosa corría a por ella para conseguirla rápidamente.

Al final del día se controlaban los papeles de las hamburguesas que se habían consumido a nivel interno (los empleados teníamos productos gratis por el valor de un importe determinado). Todo funcionaba casi a la perfección (teniendo en cuenta el carácter imprevisible y humano) de los clientes, en general el 99% resultaba satisfecho con la calidad del producto y la rapidez del servicio.

Cuento esta historia como modelo de organización. Las empresas gestionan productos, servicios y personas. Y muchas piensan que dan un buen servicio al cliente cuando realmente no lo hacen. Y otras se preocupan constantemente de mejorarlo. La organización y mejora de los procedimientos en una empresa deberían de tener un capítulo especial, pues con ello conseguiremos ahorrar pérdidas de tiempo (en esta cuestión todos tenemos mucho que aprender) y por consiguiente mejorar la rentabilidad de la empresa. Controlar los tiempos de ejecución de las tareas puede ser posible o no dependiendo de a qué tipo de negocio o procedimientos nos refiramos, pero lo importante, es tener el conocimiento de que se puede mejorar y proponer alternativas reales que redunden positivamente en la gestión de la empresa y en la respuesta satisfactoria de los clientes.

Para más productividad: mejorar el ambiente laboral

Profesionalidad y Responsabilidad son dos palabras claves en cualquier empresa. La profesionalidad se da por supuesta a todos los empleados de cualquier organización. La formación que se proporciona a los trabajadores más los conocimientos que ya tienen para desarrollar sus funciones en el puesto de trabajo (bien por la experiencia adquirida o bien por los cursos facilitados por recursos humanos) prepara a la persona para ser un buen profesional. La definición de profesional sería la siguiente: «Persona que ejerce su profesión eficientemente y con destacada capacidad». La gran mayoría de personas que trabajan  cumplen esta descripción.
La responsabilidad es otro término prioritario e importante. «Cumplir tus obligaciones y ser responsable de hacer y decidir algunas cosas». La cuestión es ejercer tus funciones con seguridad y aplomo y aportar tu valor al trabajo que haces.
Si presuponemos que todos somos profesionales y responsables ¿dónde está la diferencia entre la productividad de unas empresas y otras similares?¿Por qué unas tienen grandes resultados y otras tienen serios problemas para ser productivas?

productividad.

Desde luego hay muchos factores que alteran o contestan estas dos cuestiones: organización empresarial, procedimientos internos, organigrama y jerarquía, formas de dirección, objetivos ambiciosos pero realistas, formación y motivación del equipo…

Es necesario plantear la relación que existe entre la producción, la productividad y el ambiente laboral. Todas las empresas conocen y testan en mayor o menor medida las circunstancias del trabajo que realizan sus empleados. Procuran manejar con tiento, con disciplina y empatía los tiempos de cualquier departamento o sección. Un buen líder sabe y debe controlar la información que fluye en su entorno. Además es vital procurar buenos incentivos para el equipo humano que compone cualquier organización empresarial para conseguir los objetivos establecidos. No obstante, habrá que trabajar constantemente el clima laboral para conseguir que se produzca bien y que se consiga una buena relación entre los resultados y el tiempo utilizado para obtenerlos (productividad).

Detectar a tiempo posibles problemas entre los colaboradores y resolver rápida y diligentemente los «conatos de incendio» de un grupo de personas, garantizará el buen funcionamiento y rendimiento del equipo. Pero no nos equivoquemos, la responsabilidad de dirigir lleva consigo un desgaste psicológico y físico que todo buen director de equipos tiene que asumir. Igualmente hay que añadir al «saco de piedras» con el que carga, la presión por conseguir dos cosas:
1-Gestionar un grupo de personas
2-Conseguir los resultados presupuestados
Si no administramos bien el primer punto, difícilmente alcanzaremos el segundo.
Los Recursos Humanos han evolucionado notablemente. Los parámetros de producción y de generación de valor en las empresas también han cambiado. Conseguir un ambiente laboral ameno, desarrollar una cultura que favorezca el sentimiento de pertenencia y el compromiso con el trabajo a realizar, harán que la empresa mejore su productividad y con ello sus resultados.

Fuente consultada: http://www.recursoshumanos.com